Aumentar
las defensas es fundamental
ahora que estamos en pleno otoño, cuando los catarros y resfriados se vuelven
el pan nuestro de cada día. Si
te sientes débil y cansado, si notas tu pelo muy quebradizo, y
si te da la sensación de que coges cada virus que te encuentras, es probable
que necesites mejorar tu sistema inmune. Para ello es necesario llevar unos hábitos
de vida saludables, dormir suficientes horas y prescindir de sustancias dañinas
como alcohol y tabaco. Una dieta equilibrada y un menú que comience cada día
con un buen desayuno (explicado anteriormente en otra entrada del blog) es también
fundamental, pero además tienes algunos alimentos, aún no demasiado conocidos y
consumidos, cuyas propiedades los convierten en excelentes aliados de salud y
bienestar.
Son los alimentos probióticos, aquellos que incluyen en su
composición microorganismos vivos (bacterias), que actúan de manera sumamente
beneficiosa en nuestro organismo:
- Refuerzan el sistema inmunológico, aumentando el poder de las propias defensas para combatir agentes externos patógenos (virus, otras bacterias, gérmenes...).
- Ayudan al correcto desarrollo del proceso de la digestión manteniendo, además, en perfecto estado la flora intestinal.
- Son alimentos ricos en vitaminas y minerales por lo que tienen un efecto tonificante y reequilibrante.
Los
microorganismos más comunes presentes en los productos probióticos
son los lactobacilos
(especialmente en la leche y sus derivados) y las bifidobacterias.
Entre los
alimentos de estas características se encuentran: la leche, yogures y quesos probióticos,
el kéfir y también el tofu o la col fermentada (chucrut).
Pero existen además otros elementos que sería necesario consumir para aumentar las
defensas:
Vitamina A
Ayuda a fortalecer las mucosas del
organismo y mantenerlas a salvo de infecciones. Está presente en las
zanahorias, espinacas, perejil, mantequilla, aceite de soja, atún, quesos y
huevos.
Vitamina C
Las frutas como piña, kiwi, mango,
melón o las fresas son ricas en vitamina C, que contribuye a que nuestras
defensas nos protejan de los resfriados. También la encuentras en los pimientos
y tomates.
Vitamina E
Los frutos secos, el germen de
trigo, de soja, de girasol y de oliva, son altos en contenido de ácidos grasos
esenciales omega 3, que nos llenan de energía y ayudan a que el sistema
inmunológico combata enfermedades cardíacas, cáncer, depresión, Alzheimer, etc.
Ácido fólico
El ácido fólico fortalece las
defensas del organismo, para que puedan combatir las sustancias dañinas que
aparecen en nuestro cuerpo y que son las responsables de varias enfermedades
infecciosas. Este nutriente se encuentra en verduras de hojas verdes (lechuga,
espinaca, etc.), legumbres, cereales o el hígado de vaca.
Hierro
Las carnes en general, los huevos,
las legumbres y algunos vegetales aportan hierro, que es vital para que el
sistema inmunológico tenga una respuesta oportuna y nos proteja de múltiples
enfermedades. Si no consumes suficiente hierro, podrías sufrir de anemia,
enfermedad que debilita nuestras defensas y nos hace vulnerables a virus e
infecciones.
Zinc
Otros alimentos que necesitas para
fortalecer las defensas son legumbres, pescados, mariscos, huevo, frutas y
verduras, ya que también contribuyen a mantenernos sanos y fuertes.
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