Los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Es decir, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual se le han incorporado genes de otro para producir las características que se desean.
Hoy en día empresas de muchos países utilizan organismos transgénicos como Portugal, México, Estados Unidos, Canadá, Alemania... En España se introdujeron por primera vez en 1998 y actualmente es el primer país europeo en plantaciones de maíz Bt. La mayor parte de la producción de este maíz se destina a alimentación del ganado, siendo en España casi la totalidad de los piensos transgénicos.
Sin embargo, otros países como Francia, Austria, Hungría o Grecia han decidido establecer moratorias contra este tipo de organismos.
Actualmente, existe una gran controversia a nivel mundial sobre los beneficios y riesgos de consumir alimentos transgénicos.
Quienes defienden los organismos transgénicos argumentan que se pueden lograr variedades de cultivos más resistentes a las adversidades (plagas, sequías, etc.) asegurando la cantidad de alimentos producidos. También argumentan que se aumenta la productividad, la durabilidad y la rapidez del crecimiento de animales y plantas, obteniéndose alimentos más nutritivos y apetitosos. Al lograr cultivos resistentes reducen los labores de la tierra, evitando su desgaste, como también se disminuye o anula el uso de pesticidas. Con esto se consigue un menor impacto en el ecosistema y una menor exposición en personas.
Los que se muestran contrarios a los organismos transgénicos, señalan que se pueden producir alergias en personas susceptibles y resistencia a los antibióticos útiles para el ser humano. A pesar de ser alimentos más rentables, su introducción en el mercado es un proceso largo y costoso, por lo que las empresas de biotecnología quieren garantizar una rentabilidad para su inversión. Según las informaciones disponibles sabemos que en la actualidad solo cuatro empresas controlan el 80% de la biotecnología del mundo, monopolio que representa una ganancia de 24,5 mil millones de dólares por año para estas empresas. Atendidendo a los riesgos medioambientales, los genes modificados pueden ir transmitiéndose de manera incontrolada a otros organismos, lo que pone en grave peligro a las especies existentes al competir o combinarse con ellas. Así, con la introducción de transgénicos, las variedades tradicionales corren peligro de desaparecer, perdiendo biodiversidad. También podrían existir otros efectos negativos a largo plazo que todavía no conocemos debido a la reciente aparición de estos productos.
El documental "el futuro de la comida" explica muy bien todos estos problemas:
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