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miércoles, 24 de octubre de 2012

La leche en la lactancia.

La leche es un producto lácteo fundamental en el crecimiento y desarrollo de los recién nacidos. Además, juega un papel muy importante en el desarrollo de los huesos y los músculos durante las etapas de lactante, niñez, pubertad, juventud y gran parte de la madurez, por su aporte de Ca principalmente. Pero en esta entrada nos centraremos en la importancia de la leche para un adecuado crecimiento y desarrollo del bebé.

Madre amamantando a su bebé

Durante los 4 primeros meses del período de lactancia, la mejor leche que el lactante puede ingerir es la leche materna, por sus propiedades nutritivas y por la relación madre-hijo que este hecho desencadena.
Pero en una gran multitud de ocasiones, la madre no puede realizar el acto de lactancia con su bebé, bien sea por problemas que padece la madre, intolerancia a la leche materna por parte del bebé o mala calidad de la leche materna, entre otra gran multitud de situaciones.
De este modo, existen alternativas que pueden suplir perfectamente esta ausencia de leche materna. Por eso en muchos casos se le da de beber al bebé el biberón.
Este biberón contiene leche de fórmula que está preparada para cubrir las necesidades del recién nacido, y hay varios tipos, según la edad que tenga el bebé.
Así, encontramos leche de fórmula tipo I y leche de fórmula tipo II o leche de continuación II. Estes dos tipos de leche se deberán dar al bebé de la siguiente forma:
  • Durante los 4 primeros meses, se le dará al recién nacido leche de fórmula tipo I, la cual está diseñada para esta etapa del bebé, de modo que le aportará todos los nutrientes y propiedades convenientes para suplir todas sus necesidades. Es importante recalcar que esta leche se le deberá ir dando al bebé poco a poco alternándose con la leche materna para que este se vaya adaptando a dicha leche.
  • bebé tomando biberón con leche artificial tipo I.
  • A partir de los 4 primeros meses, se le dará al bebé leche de fórmula tipo II o leche de continuación II, que está diseñada para esta etapa de la lactancia y para suplir las necesidades del bebé en este período. Este período dura hasta los 24 meses del bebé y se podrá ir alternando con nuevos sabores y texturas (yogures especiales para bebés) a partir de los 6 meses y la leche de vaca podrá ir introduciéndose en la dieta del bebé a partir de los 6 meses, de una forma progresiva. Es decir, a partir de los 12 meses se le podrá dar leche de vaca al bebé pero, como hasta los 24 meses no es conveniente retirar la leche de continuación de tipo II, se le irá dando pequeñas dosis de leche de vaca al principio de este período y se irá revirtiendo esta relación a medida que se llega a los 24 meses, de modo que en el mes 23 las dosis de leche de vaca sean muy superiores a las dosis de leche de continuación de tipo II, lo que hará que el bebé se acostumbre a la leche de vaca, que será la que tomará el resto de sus días.
A los 24 meses acaba el período de lactancia y por lo tanto el bebé ya pasa a la etapa de la infancia, donde podrá ingerir leche de vaca progresivamente para aportar la cantidad adecuada de proteínas y sales minerales que esta edad necesita, edad en la que comienza su verdadero desarrollo tanto a nivel orgánico como a nivel esquelético y muscular.
Finalmente, os dejo adjuntado un vídeo en el que se explica a la madre todo lo necesario para un buen desarrollo de su hijo en el período de lactancia, centrándose en el amamantamiento:

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