El chocolate es un alimento muy beneficioso que incluso se utiliza en
sesiones de spa, pues mejora el estado del cuerpo y la piel.
Los primeros humanos que empezaron a cultivar el cacao
fueron los olmecas, en México, 1500 años a.C. Lo saboreaban en forma de bebida
y con el paso del tiempo, esta tradición se extendió a los mayas y aztecas. Las virtudes revigorizantes del
cacao eran ya conocidas en aquella época y reservadas a clases altas y
guerreros.
Tras descubrir América, esta bebida llegó
al continente europeo, donde se le añadieron distintos condimentos para
modificar su sabor. Durante los siguientes siglos, el comercio del cacao
comenzó a desarrollarse exponencialmente, al descubrirse todas sus virtudes; su
elaboración y presentación variarán al tiempo que comienza a extenderse su
consumo.
El chocolate es un alimento energético estimulante que
aporta energía y nutrientes esenciales para el organismo. Nos revigoriza
físicamente gracias a sus glúcidos y mentalmente gracias a más de 600 sustancias
químicas como la teobromina, la cafeína,
la serotonina….
La teobromina estimula el sistema nervioso central y
refuerza el corazón. La cafeína favorece la actividad intelectual y la
resistencia a la fatiga, mientras la serotonina posee efecto antidepresivo.
Contiene, asimismo, fósforo, magnesio, hierro, potasio, calcio, vitamina E… Además, es un alimento rico en antioxidantes (lo que es bueno contra el envejecimiento) y ayuda al corazón mediante flavonoides que descongestionan las arterias. El chocolate negro en particular produce un aumento de capacidad antioxidante del plasma humano.
En resumen, como ya han probado numerosos estudios científicos, el chocolate mejora el sistema cardiovascular (favorable para la circulación sanguínea, los niveles de colesterol, la presión arterial y la sensibilidad a la insulina), combate el cáncer y protege el sistema inmunológico, pero siempre que el producto esté elaborado sólo con materias grasas procedentes de la manteca de cacao.
Contiene, asimismo, fósforo, magnesio, hierro, potasio, calcio, vitamina E… Además, es un alimento rico en antioxidantes (lo que es bueno contra el envejecimiento) y ayuda al corazón mediante flavonoides que descongestionan las arterias. El chocolate negro en particular produce un aumento de capacidad antioxidante del plasma humano.
En resumen, como ya han probado numerosos estudios científicos, el chocolate mejora el sistema cardiovascular (favorable para la circulación sanguínea, los niveles de colesterol, la presión arterial y la sensibilidad a la insulina), combate el cáncer y protege el sistema inmunológico, pero siempre que el producto esté elaborado sólo con materias grasas procedentes de la manteca de cacao.
En el siguiente enlace tenemos una receta que combina chocolate y castañas (fruto seco de temporada): http://www.canalcocina.es/video-receta/mousse-chocolate-blanco-castanas-naranja.
La receta incluye un vídeo explicativo.
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