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lunes, 5 de noviembre de 2012

Evitar la acidez estomacal con nuestra dieta

La acidez estomacal se debe a un mal funcionamiento de la válvula o esfínter que comunica el esófago con el estómago, llamada cardias. Su función es cerrar el estómago y evitar que los alimentos regresen al esófago durante la digestión. Sin embargo, en ocasiones (grandes comilonas, determinados alimentos, estrés, el embarazo, obesidad, la hernia hiatal, etc.), esta válvula se debilita, dejando algún espacio abierto por donde pasan al esófago la comida y los jugos gástricos que deberían permanecer en el estómago. Cuando esto sucede, las paredes del esófago se inflaman y entonces se produce la característica sensación de ardor, de quemazón en la boca del estómago que se desplaza hacia arriba y puede llegar hasta la garganta. Suele ocurrir alrededor de una hora después de haber comido y puede persistir por un largo período de tiempo. En ocasiones puede estar acompañado de la sensación de que "los alimentos regresan a la garganta" (regurgitación), lo que provoca un desagradable sabor ácido o amargo en la boca.

Remedios caseros: click en la imágen
 Existen actualmente una gran variedad de fármacos que nos ayudan a aliviar el ardor estomacal, pero es importante decir que en su mayoría no atacan la causa del problema, sino que solamente aminoran la consecuencia. Por lo tanto, lo más importante para evitar esta desagradable sensación es disminuir la causa que lo provoca. En esta tarea la alimentación juega un papel crucial, ya que se ha demostrado que algunos nutrientes (proteínas y grasas) pueden aumentar la presión sobre el cardias, haciendo que los alimentos que los contienen sean mal tolerados.

La mejor dieta para evitar este tipo de dolencia debe incluir:
  •  Lácteos: la leche, yogur y los quesos desnatados. Evitar los quesos maduros con alto contenido en grasas y sal. La leche no debe consumirse en exceso.
  • Huevos: lo ideal serían 3 huevos a la semana.
  • Carne: debemos elegir las carnes blancas en vez de las rojas, debido a que resultan más fáciles de digerir. Estas serían el pescado, pechuga de pollo y carne de ternera sin grasa. Evitar las carnes demasiado cocidas, los embutidos, chorizos, panceta y fiambres en general.
  • Cereales: preferentemente blancos (evitar los integrales) como la harina de sémola, maíz, trigo, pastas de sémola, arroz blanco, etc.
  • Pan: debemos elegir un tipo de pan que no esté ni muy tostado, ni demasiado poco, ya que el pan apenas tostado es más fácil de digerir que el pan sin tostar o el extremadamente tostado.
  • Vegetales: en plena crisis de acidez no debemos consumir vegetales crudos, debemos elegirlos preferentemente cocidos, hervidos o al vapor, en purés, etc.
  • Legumbres: las evitaremos durante la crisis de acidez. En caso de haber superado la crisis, si se incluyen legumbres deben ser bien cocidas.
  • Frutas: cocidas al horno o en purés, crudas ralladas. Debemos evitar las frutas crudas con cáscara.
  • Azúcar: evitar la ingesta de dulces en abundantes cantidades. 
  • Líquidos: muy importante beber dos litros de agua diarios y evitar el alcohol, ya que es un excitante de la mucosa gástrica.
  • Infusiones: suelen ser útiles porque ayudan a la digestión y a depurar el organismo. Se recomiendan el té de boldo, manzanilla, cola de caballo, malva, etc.
  • Aceites: los utilizaremos sólo para condimentar, no es aconsejable su uso como medio de cocción (frito). Los aceites de soya, girasol, oliva, linaza, etc. son los de mejor calidad.
  •  Condimentos: es importante evitar las salsas elaboradas, como mayonesa, ketchup, y decantarnos por una de preparación casera.
También debemos tener en cuenta que es necesario invertir una cantidad de tiempo adecuada para el acto de comer, nunca debemos hacerlo de forma apurada. De este modo masticaremos mejor los alimentos y facilitaremos el trabajo a nuestro estómago.

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