Debido a los cambios en nuestro estilo de vida, las actividades diarias y el estrés al que continuamente se somete la sociedad, nos quejamos constantemente de la "falta de energía" y cansancio, lo que nos hace desear una cantidad extra de energía que nos ayude a afrontar el día o determinados esfuerzos físicos con más vitalidad. Por ello se hace atractivo el concepto de "bebida energética", que nos aseguran hidratación y energía juntas, una característica muy desable para todos, especialmente para los individuos activos.
Las bebidas energizantes son bebidas que contienen cafeína, taurina, vitaminas, suplementos herbales y azúcar o edulcorantes, y son ofrecidos al consumidor como bebidas que aumentan la resistencia física, logran un nivel de concetración mayor, proporcionan sensación de bienestar y evitan el sueño, entre otras características.
Aunque originariamente se trataron como sustancias complementarias para deportistas, actualmente están siendo consumidas como cualquier refresco, sin tener en cuenta los efectos que el consumo indebido puede ocasionar.
Cada vez son más los jóvenes que abusan del consumo de estos productos, algunos para mantenerse despiertos y conseguir estudiar durante más tiempo, otros combinándolos con alcohol y otras drogas, lo cual puede acarrearnos dolores de cabeza, vómitos, dilatación de las pupilas, intoxicación, hiperactividad y taquicardias.
Cabe diferenciar las bebidas energéticas de las isotónicas, ya que no son lo mismo. Las energéticas fueron creadas para disminuir la sensación de cansancio y decaimiento, mientras que los isotónicos tienen como objetivo reponer el agua y las sales minerales que perdemos tras una actividad extenuante. Un ejemplo de bebidas las energéticas más conocidas serían Red Bull o Burn. Entre las isotónicas nos encontraríamos Aquarius o Gatorade.
En cualquier caso, conviene leer detenidamente su composición y evaluar su ingesta, ya que confundirlas puede ser peligroso y causar graves problemas de deshidratación.
El principal peligro de las bebidas energizantes no radica en su consumo eventual, sino en el consumo excesivo y al combinarlas con otro tipo de sustancias. Es por eso que debemos comedirnos y no abusar de ellas, pero un consumo responsable puede aportarnos grandes beneficios.
Finalmente, quisiera aportar un enlace en el que se habla de la taurina, componente importante de alguna de estas bebidas, y que por su nombre se ha hecho pensar erróneamente a muchos que se trata de algo extraído de los toros: La taurina
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