- El agua compone la mayoría de las células de nuestro cuerpo.
- Es la parte más grande de nuestros sistemas sanguíneo y linfático, transportando alimento y oxígeno a las células y desechando intrusos y desperdicios.
- Limpia nuestros riñones de substancias tóxicas.
- El agua equilibra nuestros electrolitos, que nos ayudan a controlar la presión sanguínea.
- Humedece nuestros ojos, boca y pasajes nasales.
- Mantiene al cuerpo fresco cuando hace calor y aislado cuando hace frío.
- Actúa como un amortiguador para los órganos del cuerpo.
- El agua posee minerales que nuestro cuerpo necesita tales como manganeso, magnesio, cobalto y cobre.
Beber la suficiente cantidad de agua ayuda a mejorar la salud y el
bienestar, ayuda a proteger al organismo contra una gran variedad de
enfermedades y a mejorar la aparencia.
Pero cuando el organismo no posee la suficiente cantidad de agua, estamos
ante una deshidratación.
¿Qué es la deshidratación?
Se define como deshidratación a un balance negativo del agua corporal, es
decir, cuando la excreción de líquidos es superior a su ingesta, por no ingerir
suficiente agua o líquido, o por ambas.
Nuestro cuerpo puede sufrir una pérdida elevada de líquidos a causa de
sudoración excesiva, gasto urinario excesivo, fiebre, vómitos y diarrea.
Podemos decir que consideramos una deshidratación
leve a la pérdida entre el 1%-2%, moderada de 2%-5% y severa si es superior al 5%.
En el caso de deshidratación severa es raro en la población, pero no
tan raro es encontrarnos con casos de deshidratación leve o moderada. La
doctora y profesora Ada Adán responsable de un estudio relacionado con la
deshidratación y cómo ésta puede afectar a nuestro cerebro, afirma que en los
casos de deshidratación más comunes, leve y moderada, tiene una repercusión
negativa en la capacidad de ejecución cognitiva.
En la deshidratación moderada, es decir, del 2%-5%, la capacidad de memoria
a corto plazo está disminuida, también en personas jóvenes, no solo en personas
mayores y niños aunque sí son los más vulnerables.
Una correcta hidratación es un factor protector de sufrir accidentes
laborales o también a desarrollar algún tipo de patología. Sin embargo, cuando
estamos en un estado de deshidratación, la función homeostática del medio
interno se ve alterada, por lo que puede influir a la hora de realizar
actividades laborales o estudiantiles que requieran del uso de habilidades
mentales.
Como ya sabemos, es recomendable consumir agua antes y después de una
práctica deportiva, así como también necesitamos una ingesta de líquidos para
realizar una tarea intelectual, aunque en menor proporción, así lo recomienda
el estudio realizado por la profesora y doctora Adan. Además, la Dra. Adan
manifiesta que un 2% de pérdida de fluidos corporales causa un 20% de descenso
en el rendimiento físico.
Debemos tener especial cuidado con las deshidrataciones, ya que los cambios
en la cantidad de sales y electrolitos corporales que se dan ante estas
situaciones puede alterar la actividad
cerebral y la correcta funcionalidad de los neurotransmisores que intervienen en el
proceso cognitivo, y así conlleva a la pérdida de concentración, menor
rendimiento, aumentando así las probabilidades de tener un accidente laboral.
Además la Dra. Ada Adan nos recomienda reponer los líquidos con tanto con
agua, como con bebidas deportivas que permiten conseguir una rápida absorción
de agua y electrolitos y su contenido en carbohidratos, con el consiguiente
aumento de los niveles de glucosa en el organismo.
Toda esta investigación de la Dra, Ada Adan conocida
como "Rendimiento cognitivo e hidratación" ha
sido publicada en Journal
of the American College of Nutrition, y a continuación os dejo un enlace para
informaros más sobre el caso: http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/salud/noticias/4343463/10/12/La-deshidratacion-perjudica-el-rendimiento-intelectual.html
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